No es normal tener dolor en las relaciones sexuales.
¿Sabías que 3 de cada 4 mujeres a lo largo de su vida van a tener dolor en las relaciones sexuales? Por ello, es un tema bastante relevante, y a pesar de todo, lo solemos tratar cuando se viene a consulta por otros motivos, ya que se desconoce que tiene solución. Lo principal con lo que quiero que te quedes es que el dolor en las relaciones sexuales es habitual, pero no es normal y tienes que buscar ayuda. La presencia de dolor es la ausencia del bienestar. ¿Te ocurre? No eres la única, te contamos un poco más a continuación.
1- ¿Cuáles son los motivos por los que aparece el dolor?:
Hay distintos motivos. Puede ser:
- Emocional: El suelo pélvico es una zona muy somática, esto quiere decir que afecta mucho las emociones. Puede influir en la musculatura: los traumas, los abusos, los disgustos… Ese estrés emocional se puede reflejar en esta zona en forma de tensión muscular.
- Físico: Hay cualidades de la zona que tenemos de nacimiento, como un himen perforado que puede generar dolor. Pero también hay consecuencias físicas que nos pueden pasar a lo largo de la vida y pueden generar dolor como partos, cirugías, infecciones, etc
2- ¿Tengo vaginismo o dispareunia?:
Muchas veces se confunde vaginismo y dispareunia. Vaginismo es cuando hay un cierre en la vagina por un espasmo de la musculatura que impide la penetración, mientras que dispareunia es dolor o molestia en las relaciones sexuales. Este último no impide la penetración.
3- ¿Qué debo de hacer? :
Lo primero es acudir al médico para descartar patología orgánica. Una vez se haya descartado, te recomiendo que acudas a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para que te ayude. Si hay implicación emocional además, te recomiendo que acudas también a un psicólogo especializado.
4- ¿Qué trata el fisioterapeuta? :
El fisioterapeuta se encarga fundamentalmente de la funcionalidad de la zona. Se identifican distintos problemas en la valoración como:
- Hipertonia o hipotonía de la musculatura. La tensión en la musculatura.
- Déficit vascular. Puede influir en la lubricación.
- Déficit de elasticidad. Las cicatriz de episiotomía o incluso la de cesárea pueden provocar dolor
- Dolor pelvi-perineal. El dolor hay veces que es por la musculatura, pero otras veces el dolor queda en el cerebro y hay que ayudar a “borrarlo”. Esto último ocurre en casos en los cuales el tiempo de curación del tejido ha pasado y el dolor sigue estando.
- Desequilibrio en el sistema nervioso. Tenemos dos sistemas nerviosos autónomos. Uno parasimpático, que es el de la tranquilidad y el simpático, que es el que se activa cuando nos persigue un león. Un exceso de estrés va a activar el simpático, generando un exceso de tensión en la zona perineal.
5- ¿Cómo se trata el dolor en las relaciones? :
- Primero se realiza una valoración de suelo pélvico para buscar la causa de ese dolor. En función de los hallazgos obtenidos, decidiremos el tratamiento más adecuado.
- Terapia manual. En el suelo pélvico tenemos musculatura e igual que en otras partes del cuerpo se contracturan. En la fisioterapia trabajamos mucho con la presión para relajar la musculatura. También trabajamos con el estiramiento de la zona y usamos la contracción de la musculatura. Además, hay musculatura en zonas distintas al suelo pélvico que también da dolor en la zona y las trabajamos.
- Dilatadores. Los usaremos para elastificar el tejido y la sensación de dolor. Antes de su uso es recomendable realizar terapia manual y cuando la musculatura tiene la elasticidad suficiente, los empezamos a usar. En consulta disponemos de distintos tamaños en función de lo que vayamos a trabajar. Se usa un cubresonda, se echa lubricante y lo colocamos lentamente en la entrada de la vagina. Lo empujamos lentamente hacia dentro de manera inclinada por la forma de la vagina. La zona donde tendremos más resistencia es en la entrada y una vez superemos esa barrera, entrará fácil. Una vez dentro, trabajaremos dentro.
- Tratamiento de cicatrices. Las cicatrices son puntos de retracción que pueden generar dolor. Y no solo las cicatrices, también las reacciones que se producen alrededor. Las más comunes son por cirugías o por trauma obstétrico, como las de cesárea o la episiotomía. Las cicatrices se pueden tratar con terapia manual , indiba, ventosas o agujas de acupuntura. La finalidad es romper las adherencias y relajar las estructuras colindantes.
- Indiba en suelo pélvico. Se puede hacer un trabajo externo y también interno. Conseguimos: disminuir el dolor, mejorar trofismo, reequilibra el tono y moviliza las sustancias de desecho.
6- ¿El dolor puede volver a aparecer? :
No tiene por qué volver a aparecer si la causa desaparece. Por ello es tan importante una buena valoración.
¿Te sientes identificada?¿Conoces a alguien que le pasa? Tenemos un equipo estupendo de fisioterapeutas que estarán encantadas de ayudarte con este problema. Solicita tu valoración de suelo pélvico con nosotras.
Bárbara Albarracín Cuesta
Fisioterapeuta de Baby Suite