Ya tenemos aquí el verano. Este periodo se asocia con calma, playa, montaña, viajes, vida sin horarios, mucho descanso y vivir tomándose un respiro de las obligaciones, pero ¿es así para todo el mundo?
Si eres madre o padre de un niño o niña pequeña, estoy bastante segura de que esta etapa se presenta ante ti como una larga lista de “TO DO” a cumplir antes de que llegue Septiembre.
En este periodo la consulta se llena de madres que buscan acompañamiento para la operación pañal, para gestionar la vuelta al cole o la vuelta al trabajo en septiembre tras la baja de maternidad.
El agobio, la sensación de que no llegan y de que se han empezado demasiado tarde, les invade.
Y si tú te encuentras en esta misma situación, calma, hoy te traigo un sistema de organización individual para que lo puedas aplicar a ti misma, y que puedas decidir cómo, cuándo y qué quieres conseguir incluir en tus hábitos, de esta forma evitarás perder el control de tu propia vida y la calma, se hará presente.
Los tiempos de cada persona, niño o niña y familia, son diferentes.
Este cambio de perspectiva te ayudará a marcar tú misma tus propios tiempos y a evitar sentirte a la deriva intentando incorporar los sistemas de otras personas, que realmente no cuadran en tu propia vida y realidad.
En consulta me encuentro con mujeres insatisfechas con su maternidad, porque han idealizado la vida de otras personas, sintiéndose incompletas o sin herramientas. Tú también tienes tus recursos, tus herramientas y fortalezas, no se te olvide.
“Mejor hecho que perfecto”.
La idea de la perfección en la maternidad es una utopía, tu hijo o hija necesita una madre real que se equivoca, que asume su responsabilidad y que, a pesar de ello, vive, ama y disfruta de su realidad.
Que todo sea tal y como es, ya es perfección.
“Controla el tiempo y el tiempo no te controlará a ti”
En la maternidad (y en la vida) tener tu tiempo totalmente organizado favorece que tu mente no esté continuamente pensando qué hay que hacer, qué se te está olvidando. También te darás cuenta de que aparecerán menos urgencias y que la sensación de control en ti, aumentará.
Elige tus propias batallas,
es importante que observes para qué quieres incorporar un cambio, de dónde procede esa necesidad de hacerlo y que elijas si realmente esa necesidad procede de ti o de una exigencia exterior. Quizás a ti no te apetece pasar a tu peque a su cuarto, o bien prefieres esperar para comenzar a introducir sólidos, tú decides.
Y ahora sí, aquí tienes tu propio “plan individual de acción”.
Recuerda que te vas a convertir en la directora de proyectos de tu propia familia, por ello, el orden y el sistema, serán fundamentales, sabrás hacia donde quieres ir y marcarás tus propios ritmos.
- Toma conciencia de tus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, saber qué está a tu favor y qué puede ponerte en posición de no cumplir tus objetivos, es importante.
- Durante una semana conviértete en observadora de ti misma. No se trata de que busques aquello que estás haciendo mal sino de registrar las tareas que realizas y los estados emocionales que las acompañan. Saber en qué momento del día estás más cansada, irascible, triste, alegre o energizada, te ayudará a determinar en qué momento puedes aliarte con tus propios estados emocionales para conseguir lo que quieres. Te darás cuenta de todo lo que haces que ni siquiera eras consciente de estarlo haciendo.
Si además deseas incorporar hábitos en tus hijos e hijas, observa también sus tiempos y ánimos.
- Elabora un listado de tareas/hábitos que quieras implementar durante este verano, para ello te recomiendo que seas muy escueta, en una única frase expongas qué quieres conseguir. Por ejemplo: Retirada de pañal de Pablito. O bien, Leer un libro al mes, ordenar el trastero, preparar todo el material para la vuelta al cole, reservar las vacaciones.
- Divide estas tareas/hábitos por miembros de la familia aplicando un código de colores. Esto te va a ayudar a entender la carga mental con la que estás viviendo. Te darás cuenta de que estás organizando qué quieres conseguir tú, que quieres que consiga tu hijo o tu hija, qué tareas tiene que realizar tu pareja. De esta forma, te podrás liberar de ese pensamiento de que te agobias “por nada” o que si todo el mundo lo hace y porqué tú no puedes hacerlo.
- Toma cada uno de los hábitos que has elegido implementar y divídelo en pequeñas tareas, por ejemplo:
- RETIRADA DEL PAÑAL (mi hijo Pablo)
- Leer los criterios para entender si está preparado.
- Comprar los cuentos que pueden ayudarle a entender el proceso.
- Comprar empapadores/cobertores plastificados para la cama.
- Agendar el fin de semana libre de compromisos sociales en el que iniciaremos el proceso.
- Ir la semana de antes con Pablo a que elija unos calzoncillos que le gusten.
- PREPARAR LA VUELTA AL COLE:
- Lavar los uniformes.
- Comprar libros
- Comprar materiales
- RETIRADA DEL PAÑAL (mi hijo Pablo)
- Con estas tareas individualizadas comienza a agendar en el calendario cuándo harás cada cosa, o cuándo tienes que solicitar a la persona que te ayude que haga esta tarea.
Me detendré ahora en qué elementos importantes tienes que incluir en esa agenda, porque en muchas ocasiones somos poco realistas y nos sobrecargamos con demasiadas cosas:
- Si tienes pareja, hazle partícipe de este proceso, es importante que ambos os sentéis y realicéis esta agenda juntos. Porque si solo lo decides tú, no contarás con la implicación de tu familia para conseguirlo y es bastante posible que al final “sus urgencias” terminen por llevarse por delante todo tu trabajo.
- Agendad los tiempos de descanso. Primero mensualmente, semanalmente y diariamente. Descansar es básico para todos y todas, no lo descartéis.
- Incorporad en la agenda las pequeñas tareas que habéis elegido hacer por hábito a conseguir, sed flexibles mejor que sobre tiempo a pensar que en una semana podemos conseguirlo.
- Todo lo que pueda ser externalizado, que sea externalizado, buscad un hotel con animación, pedid a los primos mayores que cuiden un rato de los peques, contrata a alguien que prepare el viaje por ti… todo suma.
- Establece recompensas por el cumplimiento. La operación pañal es muy dura, pasar las vacaciones pendientes del cuidado de los niños, únicamente es agotador. Por tanto, marcad hitos de cumplimiento y cuando los hayáis conseguido, “disfrutad”.
- Agendad momentos de revisión.
- Tacha lo que ya has ido cumpliendo.
Y ahora, vendría lo más difícil, ponerte en marcha. Recuerda que tu motivación es vivir en orden, conseguir incorporar nuevos hábitos que te darán calma y estabilidad a ti y a tu familia.
Además, viviréis más en el presente dejando de lado todo aquello que se supone que deberías haber hecho y pensando en todo lo que te queda por hacer.
Por último, recuerda que tu motivación no va a ser todo el tiempo la misma y que habrá momentos que incluso pienses que esto no vale para nada, piensa en el largo plazo, ahí notarás los esfuerzos que estas haciendo hoy, confía.
Y por último, recordarte que aquí tenemos un regalo para ti, tu “plan individual de acción” para que te sea más fácil ponerte en marcha.
Si tienes dificultad para realizarlo, o bien necesitas otro punto de vista, puedes contar conmigo para ayudarte a conseguir tus propios retos. Te espero en Baby Suite.
Un abrazo.
Nazaret Cañete Gil
Psicóloga colegiada M-37148
Psicóloga perinatal. Experta en gestión de rabietas infantiles y trastornos de la infancia.
Para cualquier cosa que necesites, nos vemos en Baby Suite
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