En el post de ésta semana vamos a hablar sobre los prolapsos, algo que nos encontramos en las consultas de fisioterapia frecuentemente. Así que, vamos a contaros todo sobre ello.
Hablemos sobre el prolapso ¿Qué es?:
Un prolapso es el descenso de uno o varios órganos pélvicos que se desplaza dentro de la cavidad genital en sentido descendente. Esto se puede dar porque un ligamento pélvico se ha dado de sí, se ha roto y/o hay debilidad en la musculatura del suelo pélvico, haciendo que todo el periné descienda.
Los prolapsos pueden ser de:
- Uretra.
- Vejiga.
- Útero.
- Recto.
Pudiendo clasificar los prolapsos en 4 grados:
- Grado 1. Leve descenso dentro de la vagina.
- Grado 2. El descenso es hasta la entrada de la vagina.
- Grado 3. La víscera sale por la vagina.
- Grado 4. La víscera está totalmente fuera.
Los factores de riesgo que pueden predisponer la aparición de un prolapso son:
- Embarazo: durante esta etapa se secreta la hormona relaxina, que se encarga de dar elasticidad al tejido. Esta hormona afecta a todo el cuerpo, incluyendo a los ligamentos y musculatura del suelo pélvico; si sumamos esto al peso extra que genera el bebé en la cavidad pélvica, es más fácil que puedan aparecer prolapsos durante esta etapa de la vida.
- Parto: el parto genera impacto en la zona pélvica. Son también factores de riesgo la multiparidad, expulsivos prolongados, las episiotomías y el uso de instrumental en el parto para la aparición de prolapsos.
- Estreñimiento: los empujes para evacuar heces pueden dañar el suelo pélvico, sobre todo si las heces son duras, el pujo no es efectivo y la postura de defecación no es la adecuada. Acumular heces en la ampolla rectal debilita la pared posterior de la vagina.
- Tabaquismo: genera disminución de estrógenos, disminuyendo la calidad del tejido, incluyendo el del suelo pélvico.
- Sobrepeso: el suelo pélvico tiene que trabajar más para sostener el exceso de peso. Puede favorecer la distensión de los ligamentos y la musculatura.
- Deporte de impacto: los impactos repetitivos pueden promover la debilidad del suelo pélvico.
- Menopausia: la carencia de estrógenos, como hemos hablado anteriormente, influye en la debilidad del suelo pélvico.
¿Dan sintomatología los prolapsos?
Los prolapsos de grado I y II no dan sintomatología significativa en el suelo pélvico; sin embargo, los de grado III y IV sí.
Lo más habitual que puedes notar es una sensación de peso en la vagina.
En los casos más severos, si que se evidencia que hay un bulto que sobresale de la vagina en algunas ocasiones, como es el caso del grado III; y apareciendo un bulto mayor en los casos de grado IV.
El prolapso de la vejiga y/o la uretra puede estar asociado a problemas urinarios, como sensación de vaciado incompleto, ya que puede obstruir la salida de la orina. En caso de prolapso del recto lo más habitual es notar que no puedes defecar con normalidad, incluso que necesitas ayudarte con la mano.
Para confirmar si realmente tienes un prolapso, lo mejor es acudir a un profesional como un fisioterapeuta especializado, una matrona o un ginecólogo.
¿Es la cirugía la única opción?
Para los grados 1 y 2 la opción de tratamiento a seguir es la fisioterapia, no siendo necesario la cirugía. Sin embargo, para los grados 3 y 4 la indicación es realizar una cirugía, que consiste en poner una malla para suplir la función de sostén del órgano pélvico que haya descendido.
Es recomendable acompañar la operación con tratamiento fisioterapéutico. Esto es porque la malla necesita el refuerzo de la musculatura del suelo pélvico y abdominal.
La cirugía no siempre es la primera opción, hay que individualizar cada caso, y ser valorado por un profesional especializado en el área.
¿Qué es un pesario?
El pesario es una órtesis que se introduce por la vagina y suple la función de los ligamentos del suelo pélvico. Encontramos distintas formas de pesario en función del tipo de prolapso y hay que seleccionar la talla correcta con ayuda de un profesional especializado.
Hay pacientes que deciden no operarse y usar un pesario, es una opción que se puede valorar. Pero pasa algo parecido a la cirugía, por sí solo es insuficiente y se necesita complementar con tratamiento de fisioterapia.
¿En qué consisten las sesiones de fisioterapia?
El primer paso es realizar una valoración de suelo pélvico, en la que se valoran las causas que han provocado ese prolapso y qué lo empeora.
El tratamiento variará en función de lo que se explore en la valoración y de la evolución según va avanzando en el tratamiento. Es imprescindible aclarar que las técnicas de fisioterapia que se utilizan en este tratamiento, no corrigen el prolapso, si no que están orientadas a prevenir que el prolapso avance a grados superiores.
El tratamiento, como en todos los casos, se individualiza realizando ejercicios de suelo pélvico y abdomen para conseguir una correcta gestión de presiones intraabdominales, que pueden afectar a que el prolapso avance y se debilite el suelo pélvico. El tratamiento se debe realizar en consulta, con seguimiento de los ejercicios en el domicilio para una buena evolución.
En Baby Suite disponemos de profesionales especialistas en suelo pélvico y fisioterapia uroginecológica, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo, estaremos encantados de ayudarte.
Eva Zapardiel
Fisioterapeuta
