Las rabietas y el cómo gestionarlas son uno de los principales motivos de consulta que
recibimos en Baby Suite. Y es que se trata de una situación muy incómoda y que, como
madres y padres, nos hacen plantearnos si lo estamos haciendo bien con nuestros peques.
Entender su origen, comprender cómo y para qué nuestros hijos e hijas desarrollan esta
conducta, será fundamental para conseguir transitar esta etapa (que pasará) de forma
saludable.
¿Qué es una rabieta?
Las rabietas y el cómo gestionarlas son uno de los principales motivos de consulta que
recibimos en Baby Suite. Y es que se trata de una situación muy incómoda y que, como
madres y padres, nos hacen plantearnos si lo estamos haciendo bien con nuestros peques.
Entender su origen, comprender cómo y para qué nuestros hijos e hijas desarrollan esta
conducta, será fundamental para conseguir transitar esta etapa (que pasará) de forma
saludable.
¿Por qué se producen las rabietas?
Las rabietas pueden producirse como respuestas a diferentes situaciones:
- Frustración por la no consecución de algún elemento que el niño o la niña quiere o bien por el establecimiento de algún límite que va en contra de lo que desea.
- Como respuesta a una necesidad vital no satisfecha, como podría ser de sueño, hambre, atención y/o movimiento.
- Por un conflicto emocional que aún no tiene herramientas para gestionar.
Que se inicie el periodo de rabietas es una buena noticia.
Sí lo sé, puede que si ahora estás inmersa en esa situación esto que te cuento te parezca un poco absurdo, pero es que las rabietas llegan gracias a que el cerebro de tu peque se está desarrollando adecuadamente.
Y es que a partir de esa edad su corteza prefrontal comienza a desarrollar la capacidad de formular mentalmente sus deseos y de persistir para conseguir alcanzarlos.
El córtex prefrontal se encarga de que tu hijo o hija sea capaz de planificar sus acciones dirigiéndolas a una meta, reorientar sus actividades para acercarse al objetivo sabiendo identificar el logro o fracaso en la acción, supervisar su motivación acompañándose de sus estados afectivos, en definitiva, autogestión y autorregulación. Súper importante, ¿verdad?
Imagina ese momento en el que vas paseando, y tu hijo o hija ve a lo lejos el parque y ya comienza a decir que quiere ir a ese tobogán que tanto le gusta. Tu niño o niña ya es capaz de verse a si misma jugando, disfrutando de ese momento y por ello, adelantándose a esa sensación tan gustosa te lo va a pedir mil y una vez “quiero parque…quiero parque…” bueno, ya sabes.
Si tú le contestas que no, que ahora no hay tiempo para ir al parque, ¿qué sucederá? Que su deseo de disfrute se verá truncado y ahí vendrá la explosión emocional. ¿Esto sucederá porque tu peque es una caprichosa o un caprichoso? No, nada más lejos de la realidad, esto sucederá porque en base al desarrollo normal del niño o niña sí ha alcanzado esta capacidad de imaginarse realizando una acción y disfrutando de ella, pero aún no habrá alcanzado la capacidad de inhibir la respuesta emocional expresiva ante esta negativa, porque esa capacidad se alcanzará en futuras etapas evolutivas, aproximadamente hacia los 4 años.
¿Para qué sirve una rabieta?
Cuando en el cerebro de tu hijo o hija aparece una negativa ante esa sensación que él o ella esperaban tener, se produce una descarga química que le orientará a persistir, pero que chocará con tu negativa. Es decir, quiere eso y no va a permitir que tú se lo niegues.
Lo que sucede es que como aún no ha alcanzado la capacidad de gestionar esa emoción de ira, no la orientará adecuadamente y su cuerpo necesitará soltar esa rabia en forma de explosión conductual, para recuperar su equilibrio.
Recuerda que, los niños y niñas utilizan esta “descarga” para expresar su rabia, disgusto u oposición ante una situación que va en contra de sus deseos individuales, no para manipularte y salirse con la suya.
¿Cómo acompañar la rabieta?
Una buena gestión de las rabietas, favorecerá que los niños y niñas exploren y aprendan los límites, adquieran independencia y desarrollen una autoestima positiva.
Eso sí, que los pequeños estén en momento de adquirir independencia, no supone que no nos necesiten, todo lo contrario, la presencia y el acompañamiento de su papá y mamá, le permitirá explorar sabiendo que tiene un lugar al que volver, en el que es apreciado más allá de los errores o las conductas inapropiadas que pueda cometer en su proceso de aprendizaje.
Por supuesto, jamás debe castigarse físicamente al niño o niña por tenerlas, nunca. Eso no sería instrucción, sino maltrato, seguro que a ti que lees esto no tengo que recordártelo, pero no está de más recordarlo.
Es importante que acompañes desde la calma, sin etiquetar a tu hijo o hija como caprichoso/a, pesado/a, descontrolado/a… porque esas palabras se grabarán como una etiqueta descriptiva en su catálogo de respuestas y cuando crezca, antes de decidir o actuar se activarán.
Es importante que acompañemos este proceso entendiendo que es normal y que pasará. Algo que suelo decir a las familias a las que acompaño en Babysuite es que la crianza es un proceso del que se verán los frutos en el largo plazo, las prisas y la desesperación vienen de no saber ver más allá.
Y es que la mayor parte de las ocasiones sobre quien hemos de intervenir es sobre la madre, el padre y/o la pareja ayudando a gestionando el malestar que a ti te provocan y aprendiendo a pasar de las posibles opiniones de los que te rodean.
Antes de actuar durante una rabieta plantéate ¿qué estrategias de afrontamiento quieres transmitir a tu hijo o hija? Si quieres que sea calmado, enséñale a serlo. Los niños de esa edad, no son verbales, sino muy corporales y conductuales, lo que le transmitas con tu cuerpo y con tu conducta, serán lo que rijan sus futuras acciones.
¿Cuándo acudir a consulta?
Aunque se trate de una conducta normal y propia del proceso evolutivo del niño y niña de los dos a los cuatro años, hay momentos en los que resulta necesario que acudáis a consulta. Bien porque notáis que vuestro peque sufre bastante o porque ya se ha convertido en una dinámica que limita mucho vuestra vida normal.
Más allá de esto, te recomendaría que acudieras a consulta:
- Si la explosión emocional se produce más de dos veces al día.
- Si estas conductas no son asociadas a determinados gustos de vuestros peques, sino que se producen “por todo”.
- Si el niño o niña tarda más de unos quince minutos en calmarse.
- Si tiene más de cuatro años y continúa teniendo estas explosiones.
- Si os cuesta mantener la calma y no sabéis como gestionarlo.
- Si os hace discutir frecuentemente porque vuestra manera de afrontarlas es diferente.
- Si dificulta en gran medida vuestro día a día.
- Si necesitáis consejo.
¿Cómo se desarrollará el acompañamiento para la gestión de las rabietas?
En Baby Suite realizamos un acompañamiento individualizado. Y es que si bien hay muchas formaciones genéricas que os pueden dar información, nuestra experiencia nos ha demostrado que éstas dejan bastantes lagunas y soléis necesitar un trabajo individualizado.
Para ello contamos con un programa formativo individualizado para que eduques sin gritos, en calma y para el futuro, que consiste en:
- Una sesión con la psicóloga, en la que realizamos una entrevista conjunta a la madre y al padre, sin el peque, que permite determinar si la situación es normal. De esta forma la psicóloga establece unas pautas individualizadas que os serán enviadas y que se pondrán en práctica a lo largo de dos semanas, tras las que, en una sesión de repaso, la familia y la psicóloga revisan si hubiera que realizar alguna modificación o ajuste en este plan.
- Si tras esta sesión se observa que la familia o alguno de sus miembros requiere de una intervención más continuada, se establece un acompañamiento individual, al niño o niña y/o de pareja, para continuar formando en la gestión de la emoción, autocontrol, comunicación en pareja, autoestima, apego, etc.
La crianza y acompañar a nuestros hijos e hijas en su camino de crecimiento e independencia es una oportunidad para desarrollarnos como personas, más allá de nuestro rol como madre o padre. No dejes pasar la oportunidad para seguir conociéndote y para ser el referente y el lugar seguro al que puede volver tu hijo o hija cuando lo necesite.
Te espero en Baby Suite si necesitas un acompañamiento en este camino.
Un abrazo.
Nazaret Cañete Gil
Psicóloga colegiada M-37148
Psicóloga perinatal. Experta en gestión de rabietas infantiles y trastornos de la infancia.
Para cualquier cosa que necesites, nos vemos en Baby Suite
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