Es muy común que las mamás salgan preocupadas de la consulta cuando les dicen que su bebé no ha ganado casi peso. Si esto ocurre en una sola revisión, no hay por qué preocuparse. En el post de hoy os vamos a contar por qué ocurre esto y los puntos claves de las cosas que hay que tener en cuenta. ¡Sigue leyendo!
Debemos tener en cuenta que el crecimiento es escalonado, no continuo; de forma que, hasta el 20% de los niños sanos pueden presentar periodos de falta de crecimiento de hasta 3 meses. Si la situación se mantiene a lo largo del tiempo, podemos estar ante un fallo de medro (retraso en el aumento de peso y en el crecimiento físico que puede ocasionar retrasos en el desarrollo y en la maduración) también conocido como retraso ponderoestatural o retraso de crecimiento, que es un problema muy frecuente en pediatría.
¿Por qué pasa esto?
El fallo de medro se clasifica en orgánico y no orgánico. Hoy en día, se conoce que en tan solo un 5% de los casos existe una causa orgánica subyacente identificable.
En la mayoría de los casos se debe a un aporte calórico insuficiente, porque el niño esté comiendo menos (como puede ocurrir al inicio de la alimentación complementaria) o porque necesite más energía (por estar pasando un proceso infeccioso, inicio de guardería…). En estos casos, no hay que preocuparse. Pasado un tiempo, seguramente haya ganado peso y nos podremos olvidar del tema. Conviene que la ganancia de peso sea progresiva, y no brusca, por lo que no es conveniente realizar una dieta hipercalórica, a no ser que el pediatra así os lo indique.
Otro pequeño porcentaje de casos puede deberse a otras patologías más graves (con mayor frecuencia enfermedades digestivas, oncológicas o infecciosas). En estos casos, en función de la historia clínica y la exploración del niño, el pediatra solicitará las pruebas necesarias. Pero recuerda, en la mayoría de los casos, se debe a situaciones puntuales y se resolverá al cabo de un tiempo sin necesidad de realizar ninguna prueba.
Entonces, si en la mayoría de los casos no hacen falta pruebas, ¿cómo se diagnostica realmente?
El pediatra hará una historia clínica dirigida, preguntándoos una serie de cosas y explorará al niño. En la actualidad no existe una definición consensuada para el fallo de medro, pero en la práctica clínica, se evalúan los parámetros antropométricos (fundamentalmente peso y talla) durante un intervalo de tiempo, para ver la tendencia del crecimiento de ese niño. No sirve una sola medida en la que el niño no haya ganado bien peso o no haya crecido adecuadamente. Las medidas obtenidas en una revisión son como una “foto” y para ver si realmente hay un problema, hay que ver “toda la película”, hay que valorar varias mediciones a lo largo del tiempo y ver la tendencia.
Normalmente, si vemos que en una revisión no ha ganado el peso que se esperaba, tendremos que hacer un seguimiento del estado nutricional y de la velocidad de crecimiento más estrecho que en otro niño que haya ganado bien peso. El pediatra os irá recomendado la periodicidad de las visitas y, en función de la evolución, si tras varias revisiones sigue el peso estancado y la historia clínica o la exploración sugieren algún problema, solicitará las pruebas necesarias para diagnosticar la causa. Tras hacer una valoración individualizada, os recomendará el tratamiento más adecuado para vuestro hijo.
“Puntos clave”
- Si en una revisión un bebé no ha ganado peso, no hay que alarmarse. El pediatra hará un seguimiento más estrecho del peso y la talla y, lo más frecuente, es que se vaya viendo una ganancia progresiva de peso.
- En general, no son necesarias pruebas complementarias ni ningún tratamiento específico.
- Sin embargo, en un pequeño porcentaje de casos, si la evolución no es favorable, el pediatra solicitará pruebas complementarias en busca de alguna posible patología subyacente para prescribiros el tratamiento más adecuado para vuestro hijo.
En Baby Suite disponemos de Pediatra, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo, estaremos encantados de ayudarte.
Patricia Rios
Pediatra.
